La maniobra de Alejandro “Alito” Moreno en Washington: persecución política y la batalla narrativa

La audaz maniobra política de Alejandro "Alito" Moreno en Washington genera controversia. ¿Es persecución o estrategia? Analizamos el contexto, implicaciones y la batalla por la narrativa en México.

AL MOMENTO

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A principios de agosto de 2025, la política mexicana presenció una maniobra política de “Alito” Moreno en Washington, D.C., que desató dos narrativas opuestas. Presentado como defensor de la democracia frente a la persecución, o como un político acorralado por corrupción, su visita busca reformular su situación legal y movilizar al PRI. Esta es menos una apelación genuina a la intervención extranjera y más una estrategia para influir en resultados políticos internos.

La visita de Moreno a Washington es un calculado “juego de dos niveles”. El escenario internacional se utiliza principalmente como plataforma para influir en los resultados políticos internos. Su objetivo es reformular la narrativa de sus problemas legales, transformándola de rendición de cuentas penal a persecución política. Al mismo tiempo, busca movilizar a su fracturado partido y poner a prueba a la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.

El análisis examina las acciones de Moreno en Washington, profundiza en el contexto legal y político nacional que impulsa sus movimientos, analiza la estrategia de la denuncia internacional, revisa las reacciones de los actores clave y concluye con una evaluación de las implicaciones de esta maniobra para la política mexicana y las relaciones entre México y Estados Unidos.

Es fundamental aclarar que Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), es una persona distinta de otras figuras prominentes llamadas Alejandro Moreno. Se evita así la confusión con el funcionario del Departamento de Energía de EE. UU., el abogado con sede en San Diego, el profesor de ciencia política del ITAM o el tenista. El enfoque se centra exclusivamente en el político mexicano.Cronología de eventos clave (julio 2022 – agosto 2025):

  • Agosto 2022: Se presenta la solicitud inicial de desafuero contra Moreno por enriquecimiento ilícito.
  • Junio 2023: El PRI pierde la gubernatura del Estado de México, un bastión histórico.
  • Junio 2024: Morena gana las elecciones presidenciales y legislativas.
  • Febrero 2025: Moreno viaja a Washington para advertir sobre los riesgos de la reforma judicial para el T-MEC.
  • Junio 2025: Se celebran las controvertidas elecciones para el Poder Judicial.
  • 29 de julio de 2025: La fiscalía de Campeche presenta una nueva solicitud de desafuero por peculado.
  • 30 de julio de 2025: Moreno anuncia contrademandas contra figuras de Morena.
  • 1 de agosto de 2025: La presidenta Sheinbaum califica a Moreno de “vendepatrias”.
  • 2 de agosto de 2025: Moreno publica un video desde Washington anunciando su “jornada extraordinaria” de trabajo.

La ofensiva en el extranjero: Alejandro Moreno en Washington

Las actividades y declaraciones de Moreno en Washington, D.C., documentan meticulosamente su mensaje y la calculada ambigüedad que rodeó su agenda.

El pliego de cargos: las denuncias públicas de Moreno

El mensaje central de Moreno, difundido a través de un video en sus redes sociales el 2 de agosto de 2025, fue que se encontraba en Washington para una “jornada extraordinaria” de trabajo. Su objetivo, según afirmó, era “defender a la gente” y “denunciar lo que ocurre en el país”. Enumeró una lista de graves preocupaciones que supuestamente estaba planteando a sus homólogos estadounidenses.

Entre ellas, destacó la inseguridad, la corrupción, la influencia del crimen organizado y la presencia de “narcopolíticos” dentro del partido gobernante, Morena. Esta retórica culminó con un llamado a que Morena fuera declarado un “narcopartido”. El mensaje se construyó sobre temas que ya había planteado en visitas y declaraciones anteriores.

En febrero de 2025, Moreno ya había advertido que las políticas de Morena, en particular la controvertida reforma judicial, representaban un riesgo significativo para el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Argumentó que esto amenazaba la estabilidad económica de América del Norte, una apelación directa a los intereses económicos y de seguridad de su audiencia estadounidense. La retórica de Moreno fue desafiante, prometiendo: “Jamás nos vamos a quedar callados” y, en mayúsculas, “NO ME VOY A CALLAR”. Este lenguaje enmarca sus acciones no como un simple viaje político, sino como una valiente postura moral contra lo que describe como un régimen opresor.

El itinerario inespecífico: análisis de la ambigüedad estratégica

Una característica clave de la visita fue la falta de detalles específicos y verificables sobre sus reuniones. Moreno mencionó haber tenido “muy buenas reuniones” y estar “avanzando con paso firme”, pero no proporcionó nombres de funcionarios, organizaciones o comités específicos del Congreso con los que se hubiera reunido. Esta ambigüedad es consistente con una visita de febrero de 2025, donde también habló de “reuniones de trabajo privadas” con “liderazgos” influyentes en el Congreso de EE. UU. sin ofrecer un itinerario público.

Un informe de esa época señaló que incluso la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Embajada de México desconocían su agenda específica, lo que causó preocupación en el gobierno mexicano. Esta vaguedad alimentó un considerable escepticismo y críticas en las redes sociales. Los usuarios cuestionaron la veracidad de sus actividades y la sustancia de su “trabajo”. También fue visto en un “lujoso restaurante”, lo que reforzó la narrativa de que el viaje era más un espectáculo que una misión de fondo.

La estrategia de Moreno no parece depender de la realidad de las reuniones de alto nivel, sino de la sugerencia de que ocurrieron. Al filmarse en Washington D.C., con telones de fondo como el Capitolio, crea una poderosa asociación visual con el poder estadounidense, que luego transmite a una audiencia nacional. La ambigüedad lo protege del escrutinio; si no se anuncian reuniones, no se puede confirmar que hayan sido denegadas o de bajo nivel.

El objetivo no es convencer a los funcionarios estadounidenses, lo que requeriría pruebas y detalles, sino crear una percepción de influencia para su audiencia en México. Aprovecha el poder simbólico de Washington como escenario para una actuación política doméstica. La actuación en sí misma es el mensaje.

El crisol en casa: contexto de la maniobra política

El viaje a Washington es una reacción directa y predecible a la creciente presión política y legal sobre Moreno en México.

La sombra del desafuero: acusaciones y amenaza de juicio político

El principal motor de la visita es el caso legal contra Moreno derivado de su gubernatura en Campeche entre 2015 y 2019. La fiscalía del estado lo acusa de delitos que incluyen enriquecimiento ilícito y, en una nueva solicitud, peculado por 83.5 millones de pesos (aproximadamente 4.6 millones de dólares). Pocos días antes de su viaje a Washington, la fiscalía de Campeche presentó una nueva solicitud a la Cámara de Diputados federal para retirarle la inmunidad procesal (fuero) que ostenta como senador.

Esto revivió un proceso que se había iniciado en 2022. Moreno ha enmarcado consistentemente estas acciones legales como una “persecución política brutal” orquestada por Morena. Afirma que el gobierno utiliza la fiscalía como un “garrote” para intimidar a la oposición porque se negó a colaborar con ellos. En una clara estrategia de “ojo por ojo”, también ha presentado sus propias contrademandas contra el predecesor de la presidenta Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, y otros miembros de Morena, sincronizándolas con las solicitudes de desafuero.

El coloso decaído: el PRI en crisis

El PRI, que gobernó México durante 71 años, es una sombra de lo que fue. El partido ha sufrido devastadoras derrotas electorales, incluidas las presidenciales de 2018 y 2024, y perdió su bastión histórico, el Estado de México, en 2023. El liderazgo de Moreno es muy cuestionado dentro del partido; los disidentes lo han acusado de ser demasiado complaciente con el gobierno y han pedido su renuncia por los malos resultados electorales. Algunos analistas argumentan que su liderazgo ha sido fundamental para “enterrar al PRI”.

En este contexto de crisis existencial, la narrativa de “persecución” de Moreno cumple un propósito interno crucial. Busca unificar al partido contra un enemigo común (el gobierno de Morena) y legitimar su liderazgo continuo al presentarse como el principal objetivo del poder estatal.

El amanecer del “segundo piso”: navegando la nueva realidad

El panorama político de agosto de 2025 está definido por la consolidación del poder del partido Morena bajo la nueva administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. Ella continúa el proyecto de la “Cuarta Transformación”. Morena y sus aliados controlan la presidencia, una mayoría en el Congreso y la mayoría de las gubernaturas estatales.

La oposición, una frágil coalición del PRI, el PAN (derecha) y los restos del PRD (izquierda), es políticamente débil y busca relevancia. Carecen de los votos en el Congreso para bloquear reformas importantes y luchan por presentar una alternativa unificada y convincente a la agenda del gobierno. La precariedad legal de Moreno no es solo una desventaja; la ha transformado en su principal activo político.

Cuanto más lo persigue legalmente el gobierno, más puede alegar persecución política y más “pruebas” tiene para presentar en foros internacionales. Esto crea un ciclo de retroalimentación en el que la acción del gobierno, destinada a hacer cumplir la ley, alimenta inadvertidamente la misma narrativa que Moreno necesita para sobrevivir políticamente. El caso legal se convierte en la materia prima para su actuación política internacional. Necesita que el gobierno actúe en su contra para validar sus afirmaciones de ser un mártir. Esto coloca al gobierno en una posición difícil: abandonar el caso y parecer débil, o proceder y ser acusado de autoritarismo en un escenario que Moreno ha preparado.

Una obra en dos teatros: la estrategia de la denuncia internacional

Esta sección analiza los cálculos estratégicos detrás del viaje a Washington, situándolo en un contexto histórico y diseccionando su propósito.

El eco de Washington: táctica histórica de la oposición

Apelar a organismos internacionales, particularmente en Washington, es una táctica de larga data para la oposición mexicana cuando se siente superada en el ámbito nacional. En agosto de 2021, los líderes del PAN, PRI (incluido Moreno) y PRD visitaron conjuntamente la Organización de los Estados Americanos (OEA) para denunciar la intervención del crimen organizado en las elecciones de ese año.

La OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) son destinos frecuentes para estas denuncias, ya que proporcionan un foro formal para expresar agravios contra un estado miembro. Moreno tiene un historial de reuniones con el Secretario General de la OEA, Luis Almagro. El gobierno mexicano, tanto en la administración anterior como en la actual, ha enmarcado consistentemente estas acciones como antipatrióticas y una forma de invitar a la intervención extranjera. El presidente López Obrador acusó previamente a EE. UU. de respaldar a grupos de oposición para debilitar a su gobierno, un sentimiento del que se hizo eco la acusación de “vendepatrias” de la presidenta Sheinbaum.

Audiencias objetivo y resultados esperados

El principal objetivo es la audiencia en México. La meta es generar cobertura mediática que cambie la narrativa, energice a la base del PRI y posicione a Moreno como un líder de la oposición nacional con prestigio internacional. Si bien la intervención directa de EE. UU. es poco probable, el mensaje de Moreno está diseñado para resonar con preocupaciones específicas en Washington.

Sus advertencias sobre el T-MEC, el surgimiento de un “narcoestado” y la erosión de los contrapesos democráticos están diseñadas para captar la atención de republicanos y demócratas orientados a los negocios que puedan desconfiar del rumbo del gobierno mexicano. El objetivo ante organismos internacionales y medios de comunicación es crear un registro oficial de “persecución política” y retroceso democrático.

Las denuncias ante la OEA o la CIDH, incluso si no resultan en una acción inmediata, se convierten en parte de una historia documentada que puede ser citada más tarde por ONGs, agencias de calificación crediticia y medios internacionales, dañando potencialmente la reputación internacional de México. Moreno explota el hecho de que la mayor parte de su audiencia nacional tiene una visibilidad limitada del funcionamiento interno de Washington.

Una foto fuera del Capitolio o una vaga mención de “reuniones” pueden percibirse como evidencia de un compromiso diplomático significativo. Esto ocurre incluso si las reuniones reales fueron con personal de bajo nivel, cabilderos o inexistentes. El gobierno mexicano, a su vez, no puede refutar fácilmente un negativo, lo que hace que la estrategia sea difícil de contrarrestar solo con hechos.

La contranarrativa: reacciones y repercusiones

Esta parte analiza las respuestas al viaje de Moreno, evaluando la eficacia de su maniobra y la contraestrategia del gobierno.

La defensa del “vendepatrias”: el contraataque nacionalista de sheinbaum

La respuesta de la presidenta Sheinbaum fue rápida y contundente. El 1 de agosto de 2025, calificó públicamente a Moreno de “vendepatrias”, acusándolo de ir a EE. UU. a “difundir falsedades” e intentar deliberadamente que a México “le vaya mal” para obtener ganancias políticas. Vinculó directamente su acusación a un reciente éxito diplomático —una pausa de 90 días en las amenazantes tarifas estadounidenses— enmarcándolo como una victoria para México que la oposición buscaba socavar.

Moreno respondió de inmediato en las redes sociales, dándole la vuelta a la acusación. Declaró que los verdaderos “vendepatrias” son aquellos en el gobierno que “pactan con el crimen organizado” y “usan al Estado para acallar a opositores”. Esto completa la batalla retórica, con ambos bandos reclamando el manto del patriotismo.

Un frente fracturado: el silencio de la oposición

A diferencia del viaje conjunto a la OEA en 2021, no hay evidencia de que líderes del PAN o del PRD acompañaran a Moreno o respaldaran públicamente su viaje de agosto de 2025. Este silencio es revelador. Aunque son aliados en una coalición, los partidos también son rivales. El PAN puede dudar en asociarse públicamente con las batallas legales personales de Moreno.

Movimiento Ciudadano (MC), un partido de oposición rival, ha sido durante mucho tiempo crítico de la alianza PRI-PAN-PRD, y su líder Dante Delgado ha comparado al PRI con un “barco que se hunde”, haciendo impensable cualquier apoyo a la maniobra de Moreno. La falta de una voz de oposición unificada debilita significativamente el impacto de las denuncias de Moreno y permite al gobierno enmarcar el asunto como un problema personal de “Alito”.

El tribunal de la opinión pública: encuadre mediático y escepticismo

La cobertura mediática presentó en gran medida la historia a través del lente de la confrontación directa entre Moreno y Sheinbaum. El viaje también se vinculó explícitamente al proceso de desafuero, reforzando el encuadre de “persecución política” versus “evasión de la justicia”. La reacción en las redes sociales fue en gran medida crítica y escéptica hacia Moreno, con comentarios que destacaban la vaguedad de su agenda y cuestionaban la oportunidad del viaje. Esto indica que su intento de controlar la narrativa fue, en el mejor de los casos, solo parcialmente exitoso.

El uso por parte de Sheinbaum de la etiqueta “vendepatrias” es una poderosa herramienta política diseñada para nacionalizar el conflicto y forzar una elección política interna. Cambia el debate de los hechos (potencialmente confusos) de sus acusaciones al terreno (emocionalmente poderoso) de la lealtad nacional. Esto obliga a otros actores políticos y al público a tomar partido no por el fondo de la queja, sino por la pertinencia del foro que eligió. Esto aísla a Moreno y deslegitima sus acciones.Actores clave, posturas y objetivos estratégicos:

  • Alejandro Moreno (PRI):
  • Postura pública / justificación: “Estoy defendiendo a México de un narcogobierno corrupto y autoritario que me persigue políticamente.”
  • Objetivo estratégico probable: Reformular problemas legales como persecución; movilizar a la base del PRI; generar cobertura mediática nacional.
  • Presidenta Claudia Sheinbaum (Morena):
  • Postura pública / justificación: “Moreno es un ‘vendepatrias’ con un historial de corrupción que intenta dañar la reputación de México en el extranjero para su beneficio personal.”
  • Objetivo estratégico probable: Aislar a Moreno; deslegitimar su mensaje enmarcándolo como antipatriótico; consolidar el apoyo nacionalista.
  • Partidos de oposición (PAN, PRD):
  • Postura pública / justificación: Crítica general al gobierno, pero silencio público sobre el viaje específico de Moreno.
  • Objetivo estratégico probable: Mantener la coalición mientras se distancian de la toxicidad legal personal de Moreno; evitar ser arrastrados a su narrativa.
  • Movimiento Ciudadano (MC):
  • Postura pública / justificación: “La alianza PRI-PAN-PRD es un proyecto fallido; representamos una verdadera alternativa.”
  • Objetivo estratégico probable: Reforzar su marca de “tercera vía” destacando la disfuncionalidad tanto del gobierno como de la oposición tradicional.

Teatro político vs. sustancia política: una evaluación

Como pieza de teatro político para consumo doméstico, la maniobra fue un éxito limitado. Generó atención mediática y permitió a Moreno desviar temporalmente el foco de sus problemas legales hacia una confrontación con la Presidenta. Sin embargo, como maniobra política o diplomática sustantiva, fue probablemente un fracaso.

No hay evidencia de que haya generado una tracción real en Washington o que haya cambiado el cálculo político fundamental en México. La falta de unidad de la oposición y la poderosa contranarrativa del “vendepatrias” contuvieron eficazmente su impacto. El viaje reforzó la percepción de Moreno como una figura controvertida y asediada, en lugar de un estadista.

Indicadores para el futuro: lo que revela este episodio

Este episodio revela un gobierno de Sheinbaum que no dudará en utilizar una fuerte retórica nacionalista para defenderse y que está muy atento a la política simbólica de sus oponentes. Para la oposición mexicana, destaca su profunda debilidad, fragmentación y desesperación estratégica. Su incapacidad para montar un frente unificado o ir más allá de gestos teatrales y reactivos subraya su desafío para construir una alternativa creíble a Morena.

Para las relaciones entre México y EE. UU., el episodio es un irritante menor, pero también un barómetro útil del clima político. Señala a los responsables políticos estadounidenses que la oposición mexicana seguirá utilizando Washington como foro. Además, las batallas políticas internas en México se librarán cada vez más utilizando el lenguaje de las relaciones internacionales (T-MEC, cooperación en seguridad, democracia).

Recomendaciones para la observación: hitos a monitorear

  • El proceso de desafuero: El principal indicador a observar es el avance de la solicitud de juicio político en la Cámara de Diputados. ¿Utilizará Morena su mayoría para retirarle la inmunidad a Moreno? Una decisión de proceder señalaría un enfoque de línea dura, mientras que un retraso podría sugerir que la amenaza en sí misma es la herramienta política preferida.
  • Cohesión de la oposición: Monitorear las declaraciones públicas y acciones de los líderes del PAN, PRD y MC. Cualquier signo de mayor coordinación —o de mayor fragmentación— será clave para entender la viabilidad de la oposición de cara a las elecciones intermedias de 2027.
  • Compromiso bilateral: Observar el discurso oficial del Departamento de Estado de EE. UU., la Casa Blanca y miembros clave del Congreso sobre la reforma judicial y la situación de seguridad en México. Cualquier cambio de tono o expresión pública de preocupación podría indicar que la narrativa de la oposición, por oportunista que sea, está comenzando a encontrar una audiencia receptiva.

La estrategia de Alejandro “Alito” Moreno en Washington plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro de la oposición en México. ¿Logrará su maniobra cambiar la percepción pública, o simplemente profundizará la crisis de un partido en decadencia?

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