La tensión diplomática entre Lima y Ciudad de México escaló rápidamente este 4 de noviembre de 2025, luego de que Perú anunció la ruptura de relaciones tras el asilo otorgado por México a la ex primera ministra Betssy Chávez Chino. Este quiebre ha obligado al gobierno mexicano a defender su postura como un pilar de su política exterior y apego al derecho internacional.
La defensa inquebrantable de la tradición del asilo
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), defendió en la conferencia matutina su derecho soberano a otorgar asilo político, enfatizando que se trata de una medida humanitaria y respaldada por la Constitución.
Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte de la Cancillería, subrayó que la decisión de otorgar asilo político México Perú es parte de una tradición histórica del país, basada en principios humanistas y en estricto apego al derecho internacional.
Velasco precisó que la Cancillería y la Secretaría de Gobernación (Segob) realizaron una valoración exhaustiva antes de tomar la decisión, llegando a la conclusión de otorgar el asilo a Betssy Chávez Chino debido a que la exfuncionaria ha sido víctima de:
- Varias violaciones a sus derechos procesales.
- Persecución política.
Además, el subsecretario recordó que el artículo 11 de la Constitución mexicana establece claramente que “toda persona tiene derecho a buscar y a recibir asilo”, el cual se realizará conforme a los tratados internacionales de los que México es parte.
Respaldo en la Convención de Caracas y la ONU
Para fundamentar la legalidad de la acción, Velasco citó dos instrumentos jurídicos clave:
- Convención de Caracas sobre el asilo político (Artículo 4): Esta convención establece que el Estado que otorga el asilo es quien define si se trata de un caso de persecución política.
- Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1967): Esta resolución estipula que el otorgamiento del asilo político nunca debe ser considerado un acto inamistoso.
“Entonces, pues, por eso rechazamos la decisión que toma el gobierno de Perú de romper relaciones diplomáticas con México”, apuntó Roberto Velasco.
El contexto de la ruptura y las voces de la cancillería
Este mismo lunes, la Cancillería informó que entregó al gobierno de Perú una nota solicitando el salvoconducto para que Betssy Chávez Chino pueda salir del país.
Raquel Serur Smeke, subsecretaria para América Latina y El Caribe, afirmó que el asilo es una de las instituciones más nobles y México ha sido fiel a esa tradición desde que es un país independiente.
Por su parte, Pablo Monroy Conesa, director general para América del Sur de SRE, recordó su experiencia previa en Lima. Monroy Conesa fungía como embajador de México en Perú cuando fue detenido el entonces presidente de ese país, Pedro Castillo, en diciembre de 2022, momento en que se decidió otorgar asilo a la familia del exmandatario. Afirmó que tanto Castillo como Betssy Chávez Chino han padecido de persecución política.
La SRE emitió un comunicado oficial lamentando la decisión de Lima: “México lamenta y rechaza la decisión unilateral del Perú de romper relaciones diplomáticas como respuesta a un acto legítimo y apegado a derecho internacional de nuestro país.”
Sheinbaum defiende la decisión: “Fuera de toda proporción”
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió el asilo otorgado a la exprimera ministra Betssy Chávez Chino en la embajada en Lima. Afirmó que la decisión que tomó el gobierno peruano a través de su canciller “está fuera de toda proporción.”
Sheinbaum Pardo trazó una distinción entre esta situación y la ruptura con Ecuador, ocurrida previamente:
> “Con quien hemos roto relaciones es con Ecuador… pero fue por la invasión del gobierno de Ecuador a nuestra embajada, y ahí el presidente López Obrador tomó esa decisión,” indicó. En el caso de Perú, la mandataria afirmó: “es una decisión que ellos toman.”
Sobre la relación con Perú, la presidenta aclaró que “la relación comercial continúa” a pesar de la ruptura diplomática.
Mantener las relaciones consulares
Aunque Perú anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas, el Gobierno de México anunció que se mantendrá la relación consular para poder atender a los mexicanos que viven en ese país y para que el gobierno de Perú pueda prestar atención a sus ciudadanos en México.
Roberto Velasco aclaró que el gobierno de Perú ha decidido romper las relaciones diplomáticas con México, no las consulares.
“Eso es lo que se mantendría por el momento,” precisó Velasco, añadiendo que se mantiene, por supuesto, la relación con el pueblo peruano, con el que México tiene una relación de amistad histórica.
La presidenta Sheinbaum Pardo reveló que la responsable de negocios de la embajada de México en Perú “preguntó a la cancillería y le dijeron que no se rompía la relación consular, sino solo la diplomática de embajada, embajada.” Aseguró que esperarán a recibir la notificación oficial, ya que solo la conocían por las declaraciones públicas.
Velasco recalcó un punto central de la política exterior mexicana ante el conflicto: “Solo dejar muy en claro que México no interviene, no ha intervenido en asuntos internos del Perú y tampoco ha actuado en reciprocidad contra medidas extremas y desproporcionadas que se han tomado desde el gobierno peruano.”
Postura sobre injerencia extranjera en seguridad
En otro tema abordado durante la conferencia matutina del 4 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respondió a aquellos que piden la intervención de Estados Unidos en México a raíz del homicidio del Alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
Sheinbaum aseguró que el intervencionismo de Estados Unidos en México, que se dio en las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, “no funcionó.”
La mandataria fue categórica al afirmar:
> “Podemos colaborar, podemos coordinarnos, pero no se trata de que venga Estados Unidos a decir o intervenir, a tener sus agentes, porque tampoco funcionó, y no se trata de venir a usar técnicas de guerra en México, es otra cosa. Poco a poco vamos a ir construyendo la paz.”
La presidenta Sheinbaum puntualizó que se busca cooperación, no injerencia. Si Estados Unidos tiene información indispensable para la construcción de la paz, la cooperación es bienvenida, “pero quien actúa en México son las fuerzas federales,” afirmó.
El asilo político otorgado a Betssy Chávez Chino cierra un capítulo diplomático tenso, obligando a México a ratificar los cimientos de su política exterior: la tradición humanitaria y el respeto al derecho internacional. Sin embargo, la ruptura de relaciones con Perú plantea una incógnita sobre el futuro de las alianzas regionales y qué tan aislada podría quedar la postura mexicana en el continente andino.




