Priscila Escoto es blanco de burlas tras revelarse que sus bolsos Hèrmes podrían ser hechos en China. ¿Lujo falso o verdad incómoda?
Una influencer, una colección millonaria y un video viral desde China: así comenzó el colapso del mito del lujo exclusivo que rodeaba a Priscila Escoto y sus famosos bolsos Hèrmes.
El estallido de un mito: los bolsos de lujo que vienen de China
El escándalo no comenzó en México, ni siquiera en Estados Unidos. Vino desde el mismísimo gigante asiático.
Un fabricante chino de bolsos de lujo, identificado en TikTok como @sen.bags, reveló un secreto que las grandes marcas jamás admitirían públicamente:
“Más del 80% de los bolsos de marcas de lujo del mundo están hechos en China, pero estas marcas de lujo simplemente no lo reconocerán”.
Este video se viralizó rápidamente, no solo por el dato demoledor, sino por el contexto geopolítico que lo rodea: una guerra comercial entre China y EE.UU., que hoy afecta directamente la percepción global del lujo.
Priscila Escoto: del glamour digital a la burla viral
Una influencer construida a base de lujo
Priscila Escoto, influencer mexicana de 28 años, se convirtió en referente del lifestyle de alta gama.
Sus redes sociales son una vitrina de marcas como Hèrmes, Fendi, Gucci y Yves Saint Laurent, donde presume bolsos que pueden alcanzar hasta los 70 mil pesos mexicanos.
Sus seguidores, más de medio millón en Instagram, solían admirar su estilo sofisticado, con frases como “la Paris Hilton mexicana”. Pero todo cambió con una publicación específica.
La dinámica que desató el caos
En una reciente publicación, Priscila ofreció un sorteo de un bolso Hèrmes valorado en casi 70 mil pesos. Lo que parecía una estrategia de engagement terminó por convertirse en su pesadilla digital.
Los comentarios no se hicieron esperar:
- “¿Lo sorteas porque es chino?”
- “Mejor me compró una en Temu”
- “Nada que presumir, mami, dicen los chinos”
La credibilidad de su colección se desmoronó, arrastrando consigo su imagen de autoridad en el mundo del lujo.
La guerra comercial que destapó los secretos del lujo
El trasfondo económico del escándalo
China respondió al arancel del 125% impuesto por Estados Unidos con lo que mejor sabe hacer: evidencia.
Videos como el de Sen Bags forman parte de una contraofensiva informativa para desprestigiar la exclusividad de los productos estadounidenses y europeos que se fabrican en territorio chino.
Según informes del sector manufacturero:
- Marcas como Chanel, Louis Vuitton y Hèrmes externalizan gran parte de su producción a fábricas chinas.
- En muchos casos, los productos se terminan en Europa solo para cumplir con las etiquetas de origen.
Esto pone en duda la narrativa de exclusividad que por años ha sostenido a la industria del lujo.
¿Qué representa un bolso “de lujo” hoy en día?
Autenticidad vs. percepción
Lo que está en juego no es solo la autenticidad de un producto, sino el valor simbólico que representa.
Si un bolso Hèrmes hecho en China cuesta lo mismo que uno “auténtico” fabricado en Francia, ¿qué lo hace realmente lujoso?
Para los consumidores digitales, cada vez más informados, el lujo ya no es solo una cuestión de marca, sino de transparencia.
El papel de las redes sociales en la construcción del lujo
Influencers como Priscila Escoto ayudaron a construir una ilusión aspiracional, basada en marcas y precios.
Pero este escándalo evidencia que las redes también pueden ser el vehículo perfecto para destruir esa ilusión en segundos.
Reacciones divididas: entre la burla y la defensa
Aunque gran parte de los usuarios la han criticado, también hay quienes la defienden. Algunos seguidores consideran que ella no tiene culpa del origen de los productos, mientras que otros la acusan de falta de autenticidad.
De momento, Priscila no ha dado declaraciones directas sobre las burlas. Solo ha compartido contenido cotidiano en sus historias, lo que ha sido interpretado por muchos como un intento de “ignorar la tormenta”.
¿Qué sigue para los influencers del lujo en Latinoamérica?
Este caso abre un debate necesario sobre la responsabilidad de quienes promueven el consumo de alto nivel en redes sociales.
En un mundo donde el lujo puede tener manufactura masiva, el valor real parece estar en la historia que se cuenta, no en el producto mismo.¿Estamos presenciando el fin del lujo como lo conocíamos o solo una evolución en su narrativa?
Lo cierto es que el caso de Priscila Escoto no es aislado: representa el choque entre la percepción digital del lujo y las realidades de la economía global. En un mundo donde cualquier verdad puede viralizarse en segundos, las marcas y quienes las promueven deberán replantear su forma de comunicarse.