Elizabeth Ogaz no buscaba fama, pero una frase cambió su vida. Años después, murió víctima de una enfermedad que silenció su historia viral.
El fenómeno viral que nació de una entrevista casual
En 2019, el nombre de Elizabeth Ogaz Orrego se volvió tendencia global.
Durante una entrevista en el programa Bienvenidos del Canal 13 de Chile, habló sin filtros sobre su experiencia trabajando con María Inés Facuse, esposa del entonces polémico dirigente del fútbol chileno, Sergio Jadue.
Su crítica contundente incluyó una frase que quedaría en la memoria colectiva:
Ese simple error de pronunciación, que sustituyó “víctima” por “vístima”, la catapultó como una de las figuras más reconocidas del internet hispano. Lo que fue un descuido fonético, se transformó en meme, en sticker, en camiseta, e incluso en nombre de una fonda.
Elizabeth tenía 61 años, era madre, vecina de La Calera, y luchaba desde hace tiempo con diabetes, una enfermedad crónica que impactó profundamente su salud.
Según relató su hija, María José Paz Ogaz, la viralización de la frase fue un arma de doble filo:
- Recibió burlas y acoso callejero.
- No podía salir sin que la reconocieran.
- Su familia llegó a sentirse vulnerable.
“Me siento mal porque no podemos salir ni a la calle… la gente nos miraba y se reía”, confesó en entrevista para El Observador.
Aunque su rostro era motivo de carcajadas para millones, su realidad era mucho más compleja.
La lucha contra la diabetes: amputación, infección y el final
En marzo de 2025, Elizabeth fue hospitalizada en Quillota por complicaciones derivadas de su diabetes.
Las secuelas fueron devastadoras:
- Le amputaron una pierna para evitar el avance de la enfermedad.
- La herida se infectó gravemente.
- El cuerpo no pudo resistir una septicemia, infección generalizada que afecta órganos vitales.
El 14 de abril, en horas de la madrugada, se confirmó su fallecimiento.
Su hija fue quien compartió la triste noticia a los medios chilenos. En redes, el impacto fue inmediato:
decenas de publicaciones recordaron su legado, memes en su honor circularon por Instagram, TikTok y X (antes Twitter).
Una fonda con nombre viral y un sueño truncado
Ante las dificultades económicas y el intento de reconvertir su fama, Elizabeth abrió una fonda en Chile con un nombre inolvidable:
“No te hagas la vístima”.
Este emprendimiento familiar tuvo buena acogida en un inicio. Sin embargo:
- Fue víctima de robo.
- El negocio no logró sostenerse como se esperaba.
- La falta de apoyo institucional y los costos médicos fueron creciendo.
Este hecho evidenció una constante en los “famosos de internet”:
la viralidad no garantiza estabilidad económica.
¿Qué es la septicemia y cómo afecta a pacientes con diabetes?
La septicemia es una condición crítica, y en pacientes diabéticos, las probabilidades de desarrollarla aumentan debido a:
- Sistema inmunológico debilitado
- Problemas circulatorios
- Heridas que no sanan adecuadamente
En el caso de Elizabeth, la amputación derivó en una infección severa.
Sin respuesta adecuada del cuerpo, la infección se extendió al torrente sanguíneo, provocando el fallo orgánico.
Este tipo de desenlaces son comunes entre personas con diabetes mal controlada.
Según la OMS, la diabetes es una de las principales causas de amputaciones no traumáticas en el mundo.
El precio de la fama en la era digital
Elizabeth Ogaz fue, para muchos, una mujer que hizo reír.
Para otros, fue una víctima del espectáculo viral:
pasó de trabajadora común a meme global sin pedirlo.
En redes:
- Se burlaban de su voz.
- Le pedían fotos sin consentimiento.
- La transformaron en personaje público sin filtros ni empatía.
Su caso refleja una reflexión urgente sobre cómo tratamos a las personas que se vuelven virales sin buscarlo.
¿Dónde queda la dignidad cuando el internet convierte una frase en una caricatura humana?
Un legado que trasciende el meme
Aunque su historia terminó en un hospital, Elizabeth Ogaz quedará en la memoria digital como una de las figuras más emblemáticas del humor involuntario en español.
Pero también, como una mujer que:
- Luchó contra una enfermedad silenciosa.
- Sufrió los excesos de la cultura del meme.
- Intentó reinventarse desde la adversidad.
Hoy, se impone recordarla no solo por lo gracioso de su frase, sino por lo humano de su historia.
La muerte de Elizabeth Ogaz nos obliga a mirar más allá de la pantalla.
¿Hasta qué punto el internet deshumaniza a quienes hace virales?
En una época donde las risas se monetizan y la empatía se olvida, su historia deja una lección profunda:
la fama accidental también merece respeto, dignidad y memoria.