Los Alegres del Barranco darán concierto en Tequila pese a estar bajo investigación penal por apología del delito. Polémica, amparo y tensiones legales.
En medio de la polémica y bajo la lupa de la justicia, Los Alegres del Barranco no se detienen: este domingo 4 de mayo cantarán en Tequila, Jalisco, pese a estar investigados penalmente por apología del delito.
Un concierto entre el escándalo y la ley
La gira que se niega a morir
El tour “Los Señores del Corrido” no se detuvo ante la controversia. Aunque el Ayuntamiento de Tequila canceló su participación a inicios de abril, Promociones Cañaveral logró rescatar el evento mediante un amparo judicial, reubicándolo en el Lienzo Charro Mario Orendain.
El conflicto legal gira en torno a dos aspectos principales:
- El permiso oficial P.L/0146/2025, otorgado en marzo.
- La acusación por apología del delito, tras proyectar imágenes de “El Mencho”, líder del CJNG.
Permiso vigente, juez de respaldo
El 29 de abril, el representante legal de la promotora, Juan Carlos Banda Zúñiga, recibió una suspensión judicial provisional. El Juzgado Primero de Distrito en materia administrativa de Jalisco dictaminó que, hasta nuevo aviso, ninguna autoridad puede revocar el permiso que respalda la realización del concierto.
“Se concede la suspensión provisional para el efecto de que cese cualquier orden que tenga por objeto la cancelación del permiso programado para el 4 de mayo de 2025”
¿Qué está en juego en Tequila?
Una promotora bajo presión
Promociones Cañaveral aseguró que cumplirá estrictamente con los lineamientos legales de espectáculos públicos. Se controlará el acceso de armas, objetos peligrosos, y se prohibirá expresamente cualquier acto que implique apología del delito.
Aun así, persiste el debate:
- ¿Puede un grupo musical desligarse de los mensajes de sus canciones?
- ¿Es suficiente con no proyectar imágenes polémicas para garantizar la legalidad?
La promotora afirma que no se restringirá la libertad de expresión ni el trabajo artístico, siempre que se respete el contexto y normas impuestas.
La sombra del CJNG
El origen del escándalo se remonta al 29 de marzo, en el Auditorio Telmex de Guadalajara, donde Los Alegres del Barranco tocaron el corrido “El del Palenque”, acompañados por imágenes del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Esto generó una ola de críticas públicas, llevando al alcalde de Tequila, Diego Rivera Navarro, a cancelar el evento original previsto en la Unidad Deportiva 24 de Enero:
“Luego de los lamentables acontecimientos se ha tomado la decisión de cancelar de manera definitiva el concierto programado para el día 4 de mayo en nuestro municipio
La reacción del grupo: entre el reto y el show
Posturas que desafían
El grupo ha adoptado una postura abiertamente desafiante. En su cuenta oficial de Instagram, confirmaron la cita del 4 de mayo con entusiasmo:
“Plebada, a todo el público de Tequila ya se la saben.”
En presentaciones posteriores a Guadalajara, como en Uruapan y Villa Purificación, la banda volvió a tocar el mismo corrido polémico. En la Feria de la Piña del 26 de abril, evitaron las imágenes, pero no renunciaron a la canción.
Silencio frente a la justicia
La Fiscalía del Estado de Jalisco investiga al grupo por apología del delito, figura penal que sanciona la glorificación de criminales. Aunque fueron citados a declarar el 17 de abril, los músicos guardaron silencio bajo su derecho constitucional.
Una nueva comparecencia está agendada para el 5 de mayo, un día después del concierto.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, fue claro:
“No está prohibido que toque ningún grupo en Jalisco. Lo que queremos prohibir es la apología del delito.”
Libertad artística vs. responsabilidad social
¿Dónde está el límite?
Este caso abre un debate nacional: ¿qué papel juega la música regional en la construcción del imaginario criminal?
Algunos defienden que se trata de una expresión cultural legítima, otros denuncian su papel como vehículo de normalización de la violencia.
La apología del delito no amerita prisión preventiva, pero sí puede acarrear consecuencias legales, censura social y presiones institucionales.
Doble discurso institucional
La diferencia entre cancelar un evento y permitirlo bajo amparo expone un vacío legal y la falta de criterios unificados en torno a la cultura musical del narco.
Mientras el municipio de Tequila intenta limitar la exposición, un juez federal otorga protección legal a los organizadores.
¿Qué mensaje envía una banda que canta corridos de criminales mientras se enfrenta a un proceso penal por exaltar al crimen organizado?
Lo que ocurra el 4 de mayo en Tequila será más que un simple concierto: será una muestra de cómo se negocia la libertad de expresión, la presión social y el peso de la legalidad en el México de hoy.
¿Se abrirá la puerta a una regulación más estricta? ¿O se consolidará la idea de que, en nombre del arte, todo está permitido?