Tras las sesiones del sábado en el Gran Premio de Bélgica de 2025, Charles Leclerc y la Scuderia Ferrari se encuentran en una posición compleja. Su tercer puesto en la parrilla para la carrera del domingo, que superó las expectativas del piloto, contrasta con un déficit de ritmo de carrera significativo. Este análisis se centra en el impacto de la nueva suspensión trasera, la alta probabilidad de lluvia y el desafío de McLaren y Red Bull.
El circuito de Spa-Francorchamps: un desafío único en 2025
El icónico circuito de Spa-Francorchamps, con sus 7.004 kilómetros de asfalto serpenteando por los bosques de las Ardenas, presenta desafíos únicos en 2025. Los resultados del sábado han establecido una jerarquía de rendimiento, que será puesta a prueba por el clima impredecible y una selección de neumáticos atípica.
El veredicto del sábado: una historia de dos Ferraris
Los eventos del sábado mostraron a un equipo Ferrari con una personalidad dividida. En la carrera *sprint* de catorce vueltas, Charles Leclerc finalizó en cuarta posición, a una considerable distancia de 10.176 segundos del Red Bull de Max Verstappen, lo que subrayó una preocupante falta de ritmo sostenido. Sin embargo, horas después, en la clasificación principal, Leclerc consiguió un sorprendente tercer puesto en la parrilla, a solo 0.338 segundos de la *pole* de Lando Norris, superando a Verstappen por apenas tres milésimas.
Este rendimiento representó una mejora drástica con respecto a la clasificación *sprint*, donde su déficit con la *pole* había superado las siete décimas de segundo, una brecha que el propio piloto calificó de “enorme”. La marcada discrepancia entre el rendimiento en la *sprint* y en la clasificación revela un coche con una ventana operativa muy estrecha. El SF-25, con sus últimas actualizaciones, demostró un potente ritmo a una vuelta con neumáticos blandos nuevos, permitiendo a Leclerc una vuelta que describió como “muy buena” y que lo dejó “muy contento”. No obstante, la carrera *sprint* expuso una debilidad crítica en la gestión de los neumáticos y el ritmo de carrera sostenido, un problema recurrente para Ferrari en 2025.
La clave de esta dualidad reside en la configuración del monoplaza. La reducción del déficit en la clasificación principal sugiere que Ferrari, armado con los datos de la carrera corta, realizó ajustes específicos que optimizaron el coche para una única vuelta rápida. La introducción de la nueva suspensión trasera probablemente les dio la confianza para adoptar una configuración más agresiva, con una altura de rodaje más baja y mayor rigidez, que anteriormente habría sido demasiado inestable. Esta configuración “puntiaguda” y reactiva se adapta al estilo de pilotaje de Leclerc y le permite extraer el máximo rendimiento con neumáticos nuevos. Sin embargo, como demostró la *sprint*, esta configuración resulta demasiado exigente para los neumáticos en una tanda de carrera, acelerando su degradación. Esto plantea un dilema estratégico fundamental para el domingo: ¿puede el equipo encontrar un compromiso que equilibre el ritmo a una vuelta con la durabilidad necesaria para cuarenta y cuatro vueltas de carrera, o se verán obligados a sacrificar el rendimiento máximo para sobrevivir a la distancia?
Here's how our drivers will line-up for Sunday's race 👀#F1 #BelgianGP pic.twitter.com/PmsCuLhAdY
— Formula 1 (@F1) July 26, 2025
El factor meteorológico: el gran ecualizador de Las Ardenas
El pronóstico meteorológico para el domingo es el factor más disruptivo y potencialmente decisivo. Las previsiones indican una probabilidad de lluvia del 66%, con chubascos y llovizna por la mañana que darán paso a una carrera mayormente nublada y fresca, con temperaturas máximas de 21 °C. El “clima de Spa” es conocido por su capacidad para transformar carreras, y 2025 no parece ser la excepción.
La lluvia actúa como un gran ecualizador, capaz de neutralizar las ventajas de rendimiento puro de los coches rivales. En particular, podría mitigar significativamente la formidable ventaja de velocidad punta de Red Bull en la recta de Kemmel, un arma que Verstappen utilizó con efecto devastador en la carrera *sprint*. Además, unas condiciones de pista húmeda y temperaturas más bajas pueden enmascarar problemas subyacentes de degradación de neumáticos, lo que sería una bendición para el SF-25 de Ferrari, que ha demostrado ser más duro con sus gomas.
Sin embargo, la lluvia no es una panacea para Ferrari. Transforma la carrera de una prueba de rendimiento del coche a una prueba combinada de la adaptabilidad del piloto en condiciones traicioneras y la agudeza estratégica del muro de boxes, dos áreas con un historial complejo para Leclerc y Ferrari. El propio Leclerc ha admitido que su estilo de pilotaje agresivo, si bien es eficaz en condiciones de seco o de lluvia intensa, ha sido históricamente una debilidad en condiciones mixtas o de secado. Aunque ha trabajado para mejorar en este aspecto, citando “ligeros cambios” en su enfoque que le han dado más confianza, el Gran Premio de Bélgica será la prueba definitiva de esta evolución. Al mismo tiempo, el muro de boxes de Ferrari ha sido objeto de escrutinio en el pasado por su toma de decisiones, a veces reactiva en lugar de proactiva, un defecto que puede ser fatal en Spa, donde el momento de cambiar a neumáticos intermedios o de seco puede decidir el resultado. La lluvia, por lo tanto, no solo “nivela el campo de juego”, sino que desplaza el foco hacia dos de los elementos más examinados de la operación de Ferrari: la madurez de Leclerc en condiciones difíciles y la capacidad del equipo para tomar decisiones estratégicas audaces y decisivas bajo presión.
El enigma de los neumáticos Pirelli: una mano forzada en la estrategia
Para el Gran Premio de Bélgica de 2025, Pirelli ha introducido una asignación de neumáticos no consecutiva, proporcionando los compuestos C1 (duro), C3 (medio) y C4 (blando). Esta es una decisión deliberada para crear una diferencia de rendimiento (*delta*) mayor entre el compuesto duro y el medio, con el objetivo de hacer que una estrategia de una sola parada sea significativamente menos atractiva y fomentar más acción en pista. Los pilotos disponen de dos juegos de neumáticos duros, cuatro de medios y seis de blandos para todo el fin de semana.
Al omitir el compuesto C2, Pirelli ha forzado efectivamente a los equipos hacia una estrategia de dos paradas en condiciones de seco. Se espera que el neumático C1 sea considerablemente más lento por vuelta que el C3 (hasta 1.5s a 1.8s más lento que el C4), hasta el punto de que el tiempo perdido en pista superaría el tiempo ahorrado al evitar una segunda parada en boxes. La pérdida de tiempo en el *pit lane* de Spa es relativamente baja, estimada en unos veinte segundos, lo que incentiva aún más las paradas múltiples. Esto convierte al C1 en un neumático de carrera poco viable, relegado a ser utilizado solo bajo un coche de seguridad o como un último recurso desesperado.
Aunque esta asignación parece simplificar la estrategia general (una carrera a dos paradas es casi obligatoria en seco), en realidad magnifica la importancia del momento y la ejecución. Con la mayor parte de la parrilla probablemente siguiendo estrategias similares (por ejemplo, blando -> medio -> medio), la carrera se convierte en una delicada batalla de posición en pista, poder de *undercut* y *overcut*, y gestión de neumáticos dentro de cada tanda. El *undercut* (parar una o dos vueltas antes que un rival) será particularmente potente, especialmente en la transición del neumático blando al medio. Sin embargo, para un equipo como Ferrari, cuyo coche tiende a degradar más los neumáticos, esto representa un riesgo significativo. Un *undercut* agresivo para ganar posición en pista sobre McLaren o Red Bull podría resultar contraproducente en las últimas vueltas, dejando a Leclerc con neumáticos más viejos y vulnerable. Por lo tanto, las decisiones del muro de boxes sobre en qué vuelta exacta realizar cada parada serán absolutamente críticas para el resultado de la carrera.
En términos de rendimiento esperado por compuesto en seco:
- C4 (blando): Máximo agarre, baja durabilidad. Se calienta rápidamente. Longitud de tanda estimada: 10 – 15 vueltas.
- C3 (medio): Equilibrio versátil entre rendimiento y durabilidad. Es entre +0.6s y +0.8s más lento por vuelta que el C4. Longitud de tanda estimada: 18 – 24 vueltas.
- C1 (duro): Máxima durabilidad, bajo agarre. Diseñado para tandas largas. Es entre +1.5s y +1.8s más lento por vuelta que el C4. Longitud de tanda estimada: 25 – 32+ vueltas.
Ferrari bajo el microscopio: la búsqueda de redención del SF-25
El Gran Premio de Bélgica representa un momento crucial para la Scuderia Ferrari, que ha llegado a Spa con un paquete de mejoras significativo con la esperanza de revertir una temporada decepcionante. El análisis del rendimiento del SF-25, sus actualizaciones técnicas y las sensaciones del piloto al volante es fundamental para entender sus verdaderas posibilidades el domingo.
Análisis técnico profundo: la nueva suspensión trasera
El elemento central del paquete de mejoras de Ferrari para Spa es una nueva geometría de la suspensión trasera. Este rediseño implica una mayor inclinación del brazo delantero del triángulo superior para aumentar el efecto *anti-squat* (anti-hundimiento), una filosofía de diseño que Mercedes también ha explorado. El objetivo principal es estabilizar la parte trasera del coche, especialmente durante las fases de frenado, evitando que se levante y pierda carga aerodinámica. Esta inestabilidad ha sido una de las principales debilidades del SF-25 durante toda la temporada, provocando una entrada en curva impredecible y acentuando el subviraje. En teoría, una mayor estabilidad permitiría al equipo hacer funcionar el coche con una altura de rodaje más baja y constante, lo que es crucial para maximizar la carga aerodinámica generada por el suelo de efecto Venturi. El equipo esperaba que esta mejora, probada con resultados prometedores en un día de filmación en Mugello, ampliara la estrecha ventana de configuración del coche y mejorara la gestión del desgaste de los neumáticos.
Sin embargo, los resultados del fin de semana hasta ahora sugieren que la actualización ha sido una solución para el sábado, pero podría ser un problema para el domingo. La mejora ha tenido éxito en aumentar el potencial del coche a una vuelta. La estabilidad adicional que proporciona la nueva suspensión permitió a Ferrari adoptar una configuración más agresiva para la clasificación, algo que Leclerc pudo aprovechar para asegurar una “vuelta realmente buena” y un sorprendente tercer puesto. Esto indica que la actualización ha cumplido su objetivo de proporcionar la estabilidad necesaria para una configuración de clasificación extrema.
No obstante, esta ganancia a una vuelta no se ha traducido en un ritmo de carrera competitivo. En la *sprint*, a pesar de las mejoras, Leclerc terminó a más de diez segundos del líder y se mostró abiertamente pesimista sobre sus posibilidades, declarando que veía “ninguna esperanza” de luchar con los de cabeza. Esto demuestra que la mayor estabilidad a una vuelta no ha resuelto, y quizás incluso ha exacerbado, el problema subyacente de la degradación de los neumáticos en tandas largas. Parece que la configuración que desbloquea el ritmo de clasificación es demasiado dura con los neumáticos para ser sostenible en carrera. Ferrari parece haber intercambiado un problema por otro, una señal clásica de un coche con un defecto de diseño fundamental en lugar de un simple problema de puesta a punto.
Rendimiento en pista: un coche de dos caras
Históricamente, durante la temporada 2025, el SF-25 ha mostrado un mejor ritmo de carrera que de clasificación. Sin embargo, en Spa, la situación parece haberse invertido. El rendimiento del coche en el circuito belga es un reflejo directo de su configuración comprometida y su diseño inherente. La necesidad de llevar un nivel de carga aerodinámica suficiente para ser competitivo en el revirado y técnico segundo sector compromete inevitablemente su velocidad en línea recta en los sectores uno y tres, que son muy dependientes de la potencia.
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En la carrera *sprint*, Leclerc, tras un adelantamiento inicial a Lando Norris, fue superado de nuevo con relativa facilidad en la recta de Kemmel, lo que evidencia un déficit de velocidad punta. Los datos de una de las sesiones mostraron una velocidad máxima de 341 km/h para Leclerc, mientras que algunos rivales alcanzaron cifras superiores. Aunque el SF-25 es conocido por su buena tracción a la salida de curvas lentas, una ventaja en La Source (curva uno) y la chicane “Bus Stop” (curvas diecinueve-veinte), esta fortaleza no es suficiente para compensar el tiempo perdido en las largas rectas. En comparación con el Red Bull, que es un “cohete” en las rectas, y la excelencia general del McLaren, el Ferrari se presenta en Spa como un paquete comprometido, incapaz de sobresalir de manera decisiva en ninguna área del circuito.
La perspectiva del piloto: deconstruyendo las declaraciones contradictorias de Leclerc
Las declaraciones de Charles Leclerc tras las sesiones del sábado son un estudio de contrastes y ofrecen una visión clara de la realidad del coche. Después de la clasificación *sprint*, su frustración era palpable: “la diferencia es enorme… todavía estamos a 7 décimas”. Tras la carrera *sprint*, su evaluación fue aún más contundente: “imposible luchar con Red Bull o McLaren”. Sin embargo, después de la clasificación para la carrera principal, su tono cambió radicalmente a uno de euforia: “No me lo esperaba en absoluto… estoy muy contento… una vuelta realmente buena”.
Estos comentarios no son simples cambios de humor, sino una retroalimentación precisa y en tiempo real sobre el rendimiento del coche en diferentes escenarios. Su frustración tras los eventos de la *sprint* refleja la cruda realidad del coche en distancia de carrera. Su alegría tras la clasificación refleja su triunfo personal al extraer el máximo absoluto de una máquina imperfecta en una sola vuelta, probablemente con una configuración que él sabe que no es sostenible para la carrera.
Esto revela la carga psicológica que sopporta el piloto y su proceso de adaptación. Leclerc prefiere un estilo de pilotaje agresivo, atacando las curvas con un coche que tiene un tren delantero muy reactivo. Para la temporada 2025, ha tenido que adaptarse, llevando el SF-25 hacia “direcciones bastante extremas en términos de configuración” para hacerlo “muy, muy puntiagudo”. Esta característica se adapta a sus preferencias, pero hace que el coche sea extremadamente difícil de controlar al límite. Su vuelta de clasificación fue probablemente una clase magistral en la gestión de este equilibrio precario. Sin embargo, su resignación post-*sprint* (“ninguna esperanza”) demuestra que es plenamente consciente de que esta configuración agresiva, aunque rápida a una vuelta, no puede mantenerse durante cuarenta y cuatro vueltas sin destruir los neumáticos. Esto crea un conflicto mental: la satisfacción de una gran vuelta frente a la sobria realidad de la carrera que tiene por delante, un acto de equilibrio en la cuerda floja donde un pilotaje perfecto es posible, pero el riesgo de un error o una caída en el ritmo de carrera es constante.
El panorama competitivo: el gigante McLaren y la resiliencia de Red Bull
Para contextualizar las posibilidades de Charles Leclerc, es imperativo analizar a sus principales adversarios. La jerarquía de rendimiento en Spa sitúa a McLaren como el claro referente, con Red Bull como una amenaza formidable, pero más especializada, especialmente en condiciones de seco.
McLaren: el referente conquistador
McLaren llega a Bélgica como el equipo a batir, una posición consolidada a lo largo de la temporada 2025. Lideran el campeonato de constructores con 473 puntos después de la *sprint*, más del doble que los 227 de Ferrari. El MCL39 ha sido descrito como un “coche para todas las ocasiones”, demostrando ser fuerte en todo tipo de curvas y condiciones, desde lentas a rápidas, y tanto en seco como en mojado.
La principal fortaleza del McLaren es su falta de debilidades evidentes. El coche genera una carga aerodinámica consistente en un amplio rango de velocidades, lo que lo hace ideal para un circuito tan variado como Spa. Su ventaja más significativa, sin embargo, reside en su excepcional gestión de los neumáticos, atribuida a una plataforma aerodinámica muy estable y a un sofisticado sistema de gestión del calor de las gomas, que mantiene las temperaturas del núcleo bajo control. Esta capacidad para cuidar los neumáticos les proporciona un ritmo de carrera formidable y sostenible. Su dominio en la clasificación, asegurando la primera fila de la parrilla con Lando Norris en la *pole* y Oscar Piastri en segundo lugar, es una clara declaración de intenciones. En condiciones de carrera, basándose en el rendimiento puro, parecen estar fuera del alcance de Ferrari.
Red Bull: el especialista en velocidad en recta
Red Bull ha llegado a Spa con un importante paquete de mejoras de cinco puntos, que incluye un nuevo alerón delantero, entradas de los pontones y cubierta del motor, en un intento de revitalizar su temporada. El RB21 es un coche más especializado que el McLaren. Su principal fortaleza es su abrumadora velocidad en línea recta, una característica que Max Verstappen demostró al adelantar a Lando Norris con aparente facilidad en la recta de Kemmel durante la carrera *sprint*.
Sin embargo, el coche no está exento de problemas. Sufre de sobrecalentamiento de los neumáticos, especialmente con los compuestos más blandos y en pistas que se están secando, y tiene dificultades en circuitos con una amplia gama de velocidades de curva, donde encontrar el equilibrio correcto es más complicado. El cuarto puesto de Verstappen en la clasificación, justo detrás de Leclerc, fue el resultado de un pequeño error en su último intento de vuelta rápida. A pesar de ello, su victoria en la *sprint* demuestra que, incluso con un ligero déficit en clasificación, el ritmo de carrera y la velocidad punta del coche lo convierten en una amenaza inmensa.
La gran fortaleza de Red Bull es también su talón de Aquiles. La configuración de baja carga aerodinámica que les proporciona esa inmensa ventaja en las rectas hace que el coche sea más difícil de pilotar en el revirado segundo sector y más propenso al deslizamiento de los neumáticos y al sobrecalentamiento. Esta debilidad se vería drásticamente expuesta en caso de lluvia. El agua en la pista anularía casi por completo su ventaja de velocidad punta y exacerbaría cualquier desequilibrio de manejo subyacente, convirtiendo potencialmente al RB21 en un coche muy difícil de controlar en el mojado sector dos. Por lo tanto, Verstappen es la amenaza más inmediata y directa para Leclerc en condiciones de seco, pero podría convertirse en un factor menos decisivo si las condiciones se vuelven húmedas, lo que devolvería el desafío principal a los coches de McLaren, que son más equilibrados.
Un análisis comparativo del rendimiento por sector durante la clasificación y la *sprint* revela la jerarquía:
- McLaren (Lando Norris, Oscar Piastri): Lideró en los tres sectores de clasificación (ej. Sector 1: 29.9s est., Sector 2: 49.5s est., Sector 3: 21.1s est.), mostrando un ritmo promedio de vuelta en la *sprint* de aproximadamente 1:42.8xx – 1:42.9xx y una velocidad punta de 340 km/h en Kemmel. Su principal fortaleza es el equilibrio.
- Ferrari (Charles Leclerc): Se ubicó cuarto en el Sector 1 (30.1s est.), tercero en el Sector 2 (49.7s est.) y tercero en el Sector 3 (21.2s est.). Su ritmo promedio en la *sprint* fue de 1:43.6xx, con una velocidad punta de 341 km/h en Kemmel. Es competitivo en el Sector 2 (curvas).
- Red Bull (Max Verstappen): Fue tercero en el Sector 1 (30.0s est.) y cuarto en los Sectores 2 (49.8s est.) y 3 (21.2s est.). Su ritmo promedio en la *sprint* fue de 1:42.6xx, con una velocidad punta superior a 342 km/h en Kemmel. Su dominio reside en la potencia y velocidad punta.
Estrategia, escenarios y pronóstico final
La síntesis de los datos de rendimiento, las variables del circuito y el análisis competitivo converge en un conjunto de caminos estratégicos y un pronóstico detallado para Charles Leclerc y Ferrari. El resultado del domingo no dependerá de un único factor, sino de la ejecución impecable de una estrategia adaptada a las condiciones cambiantes.
Caminos estratégicos óptimos para leclerc
La estrategia de Ferrari debe ser dual, con planes de contingencia claros para una carrera en seco o en mojado.
Escenario A (carrera en seco): una batalla defensiva
En un escenario completamente seco, la estrategia se centrará en la defensa y la gestión del desgaste de los neumáticos. La estrategia de dos paradas es obligatoria. La secuencia más lógica y rápida será Blando -> Medio -> Medio (o Blando -> Medio -> Blando, si la degradación lo permite en el último *stint*). El uso del neumático Duro C1 es demasiado lento para ser competitivo y solo se consideraría en circunstancias extremas, como una parada bajo un coche de seguridad muy tardío.
La clave para Leclerc será maximizar su rendimiento en el segundo sector, donde el SF-25 es relativamente más fuerte, para construir una ventaja suficiente que le permita defenderse de los ataques con DRS de Max Verstappen en la recta de Kemmel. No puede permitirse entrar en una batalla directa de velocidad punta. La estrategia de paradas debe ser ejecutada a la perfección, probablemente utilizando el *undercut* para mantener la posición en pista, ya que el mayor desgaste de neumáticos de Ferrari hace que un *overcut* sea una opción menos potente. La carrera se convertirá en una lucha por minimizar la degradación y aguantar la presión de coches con un ritmo de carrera intrínsecamente superior.
Escenario B (carrera en mojado/condiciones mixtas): una oportunidad ofensiva
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Este es el escenario que ofrece a Ferrari la mejor oportunidad para alterar el orden establecido. La carrera se convierte en un juego de sincronización y valentía. La estrategia ya no se basa en *stints* predefinidos, sino en la capacidad del muro de boxes para juzgar los puntos de cruce entre neumáticos de seco, intermedios y de lluvia intensa.
Ferrari debe ser proactivo y agresivo. Deben aspirar a ser de los primeros en entrar a boxes cuando las condiciones cambien, asumiendo un riesgo calculado para ganar una posición masiva en pista. Una estrategia conservadora de “esperar y ver” probablemente resultará en una pérdida de posiciones. La confianza mejorada de Leclerc en estas condiciones será vital para proporcionar la información necesaria al equipo para tomar estas decisiones audaces. Esta es la mejor oportunidad de Ferrari para luchar por un podio o incluso algo más.
Claves para un resultado exitoso
Independientemente del clima, tres momentos serán cruciales para el éxito de Leclerc:
- La salida: Partiendo desde la tercera posición, Leclerc debe ejecutar una salida perfecta para intentar desafiar a los McLaren en la frenada de La Source, mientras se defiende simultáneamente de Verstappen. Una buena salida de la primera curva es fundamental para su posicionamiento en la subida hacia Eau Rouge y la posterior recta de Kemmel.
- Gestión de neumáticos: Debe pilotar con la lección aprendida de la carrera *sprint*. La gestión de los neumáticos desde la primera vuelta será crucial para evitar la caída de rendimiento observada el sábado. Esto podría implicar sacrificar una o dos décimas por vuelta al principio de cada *stint* para tener más vida en los neumáticos al final.
- Ejecución del muro de boxes: La ejecución impecable no es negociable. El equipo de mecánicos de Ferrari es estadísticamente uno de los más rápidos de la parrilla, un activo significativo en una carrera a dos paradas. Sin embargo, la toma de decisiones estratégicas debe estar a la altura de esta excelencia operativa, especialmente si la lluvia hace su aparición.
Pronóstico detallado y recomendaciones
El análisis converge en dos pronósticos distintos, ponderados por la probabilidad de cada escenario meteorológico.Pronóstico principal (condiciones mixtas – 66% de probabilidad): La naturaleza impredecible de una carrera en mojado o en condiciones mixtas ofrece a Leclerc su mejor oportunidad. La neutralización del ritmo puro y el énfasis en la habilidad del piloto y la sincronización estratégica juegan a favor de sus fortalezas y ofrecen una vía para mitigar las debilidades del SF-25. Una carrera caótica podría permitirle capitalizar los errores de otros.
- Final previsto: P3 – P5. Un podio es una posibilidad real si Ferrari ejecuta una estrategia perfecta y Leclerc demuestra su madurez en condiciones difíciles. Sin embargo, la fortaleza inherente del paquete de McLaren significa que seguirán siendo formidables, incluso en mojado.
Pronóstico alternativo (carrera completamente en seco – 34% de probabilidad): Este escenario representará un desafío monumental. El ritmo de carrera inferior del SF-25 y su mayor degradación de neumáticos probablemente colocarán a Leclerc en una postura defensiva durante la mayor parte de la carrera. Será extremadamente vulnerable a la velocidad punta de Verstappen y al ritmo implacable de ambos McLaren.
- Final previsto: P5 – P6. Mantenerse entre los cinco primeros sería un logro significativo en una carrera completamente en seco, requiriendo una conducción defensiva magistral y una estrategia impecable. Es más probable que sea superado por los coches con mejor ritmo de carrera.
Recomendación estratégica final: El enfoque óptimo para Ferrari debe ser de agresión calculada. Deben aceptar el caos potencial del clima como su principal oportunidad. Tienen que empoderar a Leclerc para que tome la iniciativa en las decisiones sobre las condiciones cambiantes de la pista y estar preparados para ejecutar estrategias poco convencionales (como un cambio temprano a intermedios) para tomar la delantera. En una carrera en seco, deben utilizar su sólida posición en la parrilla para priorizar la posición en pista mediante un *undercut* agresivo y forzar a sus rivales a reaccionar, en lugar de esperar a ser adelantados por coches con un ritmo superior. El objetivo no es ganar una lucha directa basada en el ritmo, lo cual parece improbable, sino ganar una batalla estratégica a través de la proactividad y una ejecución sin fallos.