Desde 1970, los videojuegos han evolucionado de simples pasatiempos a experiencias inmersivas que construyen comunidades globales. Con ingresos anuales superiores a los 180 mil millones de dólares, el gaming trasciende lo económico, fomentando habilidades clave y redefiniendo la socialización. Cada 29 de agosto se celebra el Día Internacional del Videojuego, consolidando su estatus como lenguaje cultural universal y conector intergeneracional.
El auge imparable de los videojuegos: De pasatiempo a fenómeno global
La industria de los videojuegos ha experimentado una transformación monumental desde 1970, pasando de ser un nicho de entretenimiento a un coloso económico. Actualmente, este sector supera en ingresos al cine, la música y otras industrias, con un mercado global que rebasa los 180 mil millones de dólares anuales, según datos de consultoras especializadas.
El impacto de los videojuegos va más allá de las cifras económicas. Investigaciones destacan que ciertos contenidos estimulan habilidades cognitivas y sociales, como la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la coordinación motriz.
Asimismo, los videojuegos se han consolidado como un elemento fundamental de socialización y, en muchos casos, como escenario para competencias profesionales conocidas como eSports, que atraen a millones de espectadores en todo el planeta. Estos torneos representan un importante mercado potencial para diversas marcas.
Un ecosistema cultural en expansión
Alan Trejo, director de la agencia de marketing Druid México, que conecta a las marcas con gamers, explica que los videojuegos no solo se juegan, sino que también se consumen en múltiples formatos. Estos incluyen series, eventos masivos, colaboraciones musicales o de moda, y espacios de streaming.
Trejo señaló que el gaming ha transformado las formas de socialización. Además de jugar, la comunidad gamer también “ve” videojuegos mediante plataformas de streaming, asiste a ferias y congresos, y hasta “escucha” música vinculada a esta cultura, como la colaboración de Imagine Dragons en la serie Arcane. La moda, añadió, es otro sector que se cruza con el gaming a través de colaboraciones muy esperadas por la comunidad.
Al respecto, Trejo afirmó: “Lo que antes conocíamos como el juego per se, hoy se ha convertido en una categoría mucho más holística. No solamente jugamos videojuegos, sino también vemos videojuegos.”
La comunidad gamer: Mtor de interacción y desafíos
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El director de Druid México destacó que la palabra “comunidad” es clave para entender la evolución de los videojuegos. Es un espacio que, si bien ofrece un entorno de conexión, también enfrenta riesgos como la violencia verbal o el anonimato en línea, que pueden afectar a los jugadores, especialmente a las mujeres.
Alan Trejo compartió una experiencia personal sobre esta conexión profunda: “Tengo varios amigos, amigos de verdad cercanos, que me cuentan de sus problemas familiares y no conozco a nadie físicamente. Son cuates que conocí en Warzone y que hoy los considero mis amigos”.
Actualmente, según el experto de Druid México, existe un equilibrio de género dentro del gaming que se acerca al 50-50. Trejo afirmó que dos de las creadoras de contenido más importantes de la región son mujeres, lo que muestra una diversificación que hace más interesante a la industria. “La data te dice que casi estamos 50-50 en el tema de género. Para muestra, dos de las creadoras de contenido más importantes a nivel Latinoamérica y a nivel global son mujeres”, subrayó.
México: Pilar estratégico en el panorama global del gaming hispano
De acuerdo con Trejo, México cuenta con más de 100 millones de jugadores activos, lo que representa alrededor del 80 por ciento de la población total. Esta cifra convierte al país en el número uno en penetración de la categoría a nivel mundial y en el segundo mercado más grande de Latinoamérica, después de Brasil.
Aunque el desarrollo tecnológico y de videojuegos locales aún se encuentra en etapas iniciales, México ocupa un lugar central en la comunidad hispanohablante. Esto se debe a su español neutro y al impacto regional de las campañas que se producen en el país.
Según explicó, al igual que sucede con los doblajes de películas, lo que se genera en México en términos de marketing de videojuegos tiene repercusión en otros países de la región e incluso en España. Trejo indicó: “Todo lo que tiene que ver con el español se hace en México. Tenemos un español neutro y México es el líder en la comunidad hispana. Eso también pasa en los videojuegos”.
El rol esencial de los creadores de contenido
Alán Trejo resaltó además la relevancia de los creadores de contenido dentro de la industria. Explicó que la comunidad gamer es altamente informada y exigente, por lo que los streamers y generadores de contenido se han convertido en guías que aportan información de valor al jugador. Por ello, hoy no existe campaña de un desarrollador que no los incluya.
Estrategias de marca y la autenticidad en el universo gamer
En cuanto a las acciones publicitarias, Trejo subrayó que uno de los mayores retos es conectar de forma auténtica con la audiencia, que suele identificar rápidamente cuando una marca solo busca vender. La propuesta que su empresa representa se centra en generar valor a largo plazo para la comunidad.
“Hay personas que tienen más de 3 millones usuarios conectados viendo su transmisión. Eso se vuelve un foro interesante para las marcas que quieren estar ahí”, dijo Trejo.
Alán Trejo también destacó el papel de expresiones culturales como el cosplay, al que definió como parte esencial de cualquier convención o evento gamer. Consideró que estas manifestaciones reflejan el nivel de dedicación e impacto que la comunidad genera en torno al gaming, adaptándolo como un estilo de vida. “Yo no me imagino un Comic-Con, un Gamergy o un Gaming Fest sin cosplayers. La gente va a verlos, a buscarlos. Se han vuelto parte de cómo conectamos con los jugadores”, aseguró.
Los videojuegos han trascendido la pantalla para convertirse en un fenómeno global multifacético que moldea la cultura, la economía y las interacciones humanas. Desde su evolución económica hasta su capacidad para construir comunidades diversas y afrontar desafíos, el universo gamer continúa demostrando su poder transformador, con México emergiendo como un protagonista clave en su narrativa hispanohablante. ¿Estamos presenciando apenas el inicio de su impacto?