Un secuestro frente a la ley: el caso que sacudió la confianza en Tamuín
Leonardo y Brahyan salieron de la comandancia municipal creyendo que habían recuperado su libertad. Sin embargo, al cruzar la puerta, fueron interceptados por hombres armados y desaparecieron durante ocho días. El hecho ocurrió frente a las cámaras de seguridad, frente a la mirada del Estado, y frente a una sociedad cada vez más harta de una justicia secuestrada por la impunidad.
¿Qué pasó en Tamuín? Una cronología del horror
15 de marzo: secuestro a plena luz
Los jóvenes fueron arrestados por faltas administrativas. Tras varias horas detenidos, salieron de la comandancia. Ahí los esperaban sujetos armados, encapuchados, que los subieron a una camioneta.
Todo fue captado por las cámaras. Pero la Policía no actuó.
16 al 23 de marzo: silencio e indignación
Durante ocho días, familiares y vecinos buscaron a los jóvenes. Medios locales comenzaron a levantar la voz. Las autoridades municipales se mantuvieron evasivas, mientras en redes sociales circulaba el video del secuestro.
21 de marzo: el alcalde rompe el silencio
Marcelino Bautista Rincón, alcalde de Tamuín, reconoció los hechos y anunció que tanto el director como el subdirector de la Policía habían sido llamados a declarar.
23 de marzo: la liberación
Leonardo y Brahyan fueron hallados con claros signos de tortura en el ejido Estación Tamuín. Fue un familiar quien los encontró y les brindó los primeros auxilios.
El director destituido: ¿quién era Eduardo Maldonado Torres?
Un mando sin control de confianza
Eduardo Maldonado fue destituido oficialmente el 30 de marzo. Ya se sabía que había reprobado los exámenes de Control de Confianza, un filtro obligatorio para cargos de seguridad pública.
Pese a eso, seguía al frente de la Policía Municipal, en un estado que presume modernización y depuración en sus cuerpos de seguridad.
Acusaciones internas
Varios elementos de la propia corporación lo habían señalado por acoso laboral, amenazas y manejo autoritario. Algunos pidieron su baja como forma de protesta.
“Ya nadie confiaba en él, pero seguía ahí por respaldo político”, asegura un agente que pidió anonimato.
Tamuín y la zona huasteca: un corredor vulnerable al crimen
San Luis Potosí: entre rutas estratégicas y fragilidad institucional
La región huasteca conecta con estados clave como Tamaulipas y Veracruz. Esto la convierte en un paso logístico para el narcotráfico, la trata y el huachicol.
Tamuín, en particular, ha sido históricamente una zona donde la presencia del crimen organizado se mezcla con la debilidad del gobierno local.
Seguridad municipal: el eslabón más débil
Los policías municipales suelen ser los menos capacitados, peor pagados y más vulnerables a la corrupción. En muchos casos, funcionan como brazos del crimen o cómplices por omisión.
En Tamuín:
- No se ha transparentado el número total de elementos certificados.
- No existen protocolos públicos para situaciones de secuestro o desaparición.
- El Mando Único ha sido rechazado por varios alcaldes de la región.
Video filtrado: la evidencia incómoda del sistema
El secuestro fue captado por el circuito cerrado de la propia comandancia. El video, filtrado días después, muestra la inacción total de los elementos que se encontraban ahí.
¿Fuga, filtración o estrategia?
- Algunos señalan que el video fue filtrado por un elemento disidente.
- Otros creen que fue una forma de presión para que se actuara.
- Lo cierto es que la Fiscalía no ha deslindado responsabilidades claras hasta la fecha.
La cadena de omisiones: ¿quién falló y por qué?
Las cinco fallas clave del sistema
- Custodia insegura: Los jóvenes estaban bajo responsabilidad de la Policía Municipal.
- Sin reacción: No hubo persecución ni llamado inmediato tras el secuestro.
- Falta de protocolos: No se activaron alertas de búsqueda oficiales.
- Silencio institucional: Pasaron días sin declaraciones públicas.
- Encubrimiento: El director continuó en su cargo hasta que la presión mediática escaló.
La respuesta del Estado: ¿real o reactiva?
Investigación tardía y sin resultados visibles
Hasta ahora:
- No hay personas detenidas.
- No se ha informado de cargos contra Maldonado Torres.
- No se ha nombrado nuevo director de la Policía Municipal.
El gobernador Ricardo Gallardo anunció que toda la corporación está bajo investigación. Pero la sociedad exige más que promesas genéricas.
“Esto no se resuelve con destituciones. Se requiere limpiar todo el aparato local de seguridad”, señala un especialista del Observatorio Ciudadano de SLP.
¿Qué representa este caso para México?
Una muestra de la impunidad sistémica
El secuestro de Leonardo y Brahyan no es un hecho aislado. Es un reflejo de cómo la impunidad, la corrupción y la falta de controles hacen posible que la violencia opere incluso desde dentro del aparato estatal.
¿Cuántas comandancias son zonas de riesgo?
Tamuín debería hacernos preguntar:
- ¿Qué pasa en otras comandancias del país?
- ¿Qué nivel de control tienen los alcaldes sobre sus policías?
- ¿Cuántos directores han reprobado sus exámenes y siguen en funciones?
¿Qué sigue para San Luis Potosí?
Escenarios posibles:
1. Intervención estatal o federal:
Si se demuestra infiltración criminal, se podría disolver la corporación y establecer un mando externo.
2. Reestructuración real:
Cambios de fondo con participación ciudadana, revisión de perfiles y vigilancia independiente.
3. Simulación institucional:
Reemplazar nombres, sin cambiar las prácticas que llevaron a este desastre.
¿Un parteaguas para reformar las policías municipales?
Este caso debe servir como punto de inflexión para todo México. No se puede seguir normalizando que jóvenes desaparezcan frente a los ojos del Estado, y que los responsables simplemente cambien de puesto o desaparezcan del radar.
¿Cuánta más sangre tendrá que derramarse para que el país reconstruya sus cuerpos de seguridad desde la raíz?