Captura de red Black en Colombia revela nexos con Cártel de Sinaloa y FARC. Lavaban $40 millones al año. Escándalo regional.
Una operación encubierta en Colombia, liderada por el ministro de Defensa, destapó una red que conectaba el Pacífico sur con el corazón del narcotráfico global. La captura de alias Max, pieza clave en el lavado de dinero, revela un entramado que va mucho más allá de las fronteras colombianas.
La red Black: una maquinaria de lavado transnacional
El anuncio oficial
El 3 de mayo, el ministro de Defensa colombiano, Pedro Arnulfo Sánchez, anunció la captura de Camilo Betancourt Rosero, alias Max, y otro individuo más, identificados como miembros de una red llamada Black, dedicada al lavado de dinero y narcotráfico.
“Esta organización tenía vínculos con la Coordinadora Guerrillera del Pacífico y usaba semisumergibles para mover droga hacia Estados Unidos, México y Centroamérica”, afirmó Sánchez en su cuenta oficial de X.
Las cifras escandalosas
- Monto anual lavado: más de 40 millones de dólares
- Áreas operativas: Nariño, Pacífico colombiano, Centroamérica y EE.UU.
- Medios utilizados: semisumergibles, redes financieras ilegales, criptoactivos
La red Black no era una operación aislada. Era un eslabón clave de una cadena transnacional, con nexos entre guerrillas disidentes y carteles mexicanos.
Quién es alias Max y por qué su captura es clave
El perfil de Camilo Betancourt Rosero
Alias Max no es un operador cualquiera. Es identificado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. como el principal articulador financiero de una estructura que sostenía el negocio del narcotráfico con sofisticación empresarial.
“Betancourt presentó a Labutis a Allende con el fin de facilitar una operación de tráfico de cocaína. Además, coordinó una operación de narcotráfico de Colombia a Costa Rica”.
Su rol: entre cocaína y criptomonedas
- Coordinaba envíos de cocaína
- Lavaba dinero a través de empresas fachada
- Introdujo socios internacionales como Labutis (de origen lituano)
Allende Perilla: el nexo con la Segunda Marquetalia y el Cártel de Sinaloa
Un viejo conocido del Tesoro de EE.UU.
Allende Perilla, socio directo de Max, fue sancionado en diciembre por el Departamento del Tesoro estadounidense. Es señalado como miembro activo de la Segunda Marquetalia, grupo disidente de las FARC.
“La organización de Allende opera además importantes laboratorios de cocaína que distribuyen droga hacia Centroamérica y México, para luego contrabandearla a EE.UU. y Europa”.
Coordinación con el Cártel de Sinaloa
- El Cártel le provee rutas y logística
- La Segunda Marquetalia le abastece droga y operativos en selvas
- Max garantizaba la “limpieza” del dinero
La alianza Sinaloa-Marquetalia-Black es un ejemplo clásico de cooperación entre crimen organizado transnacional y estructuras armadas ilegales.
Los semisumergibles: tecnología al servicio del delito
Un modelo colombiano
El uso de semisumergibles para traficar droga no es nuevo, pero se ha sofisticado en los últimos años. Los submarinos artesanales se construyen en zonas remotas y permiten cruzar hasta 2 toneladas de droga por viaje.
Financiados por narco-alianzas
- Costos de construcción: entre 500 mil y 2 millones de dólares
- Materiales traídos de Ecuador y Brasil
- Tripulaciones entrenadas por exmilitares
Estos medios, financiados por las ganancias que Max lavaba, eran la columna vertebral del tráfico desde Nariño hasta las costas mexicanas.
Petro y el ELN: una acusación explosiva
Declaraciones presidenciales
En febrero pasado, el presidente Gustavo Petro aseguró que el Cártel de Sinaloa actúa como “jefe” del ELN, lo que encendió las alarmas de la comunidad internacional.
“El Cártel de Sinaloa es el jefe del ELN en Colombia. La relación está demostrada”, dijo Petro en una rueda de prensa.
La Defensoría lo confirma
Un informe titulado “Los contrastes de la realidad humanitaria. Un país que busca la Paz” publicado por la Defensoría del Pueblo, documenta la presencia de estructuras criminales mexicanas en territorio colombiano.
Esto confirma que Colombia ya no es solo productor, sino también campo de operaciones de cárteles extranjeros.
El impacto regional: dinero, armas y poder
Expansión hacia Centroamérica
La conexión entre Max, Allende y Labutis muestra cómo los países centroamericanos son víctimas y plataformas de tráfico de cocaína.
Finanzas criminales globalizadas
- Lavado de dinero mediante criptomonedas
- Inversión en bienes raíces, hoteles, transporte
- Falsificación de documentos y uso de identidades múltiples
Colombia frente al espejo: paz, justicia y crimen
Una paz amenazada
La Segunda Marquetalia, supuesta heredera del Acuerdo de Paz de 2016, mantiene una agenda armada y criminal.
Retos del Estado
- Debilitamiento del control territorial
- Corrupción institucional
- Falta de cooperación judicial internacional
El dilema
Colombia se encuentra entre dos fuegos: la promesa de paz y la presión del crimen globalizado. La captura de Max es un triunfo, pero también un recordatorio de lo profundo que llegan las raíces del narco.
El narco no duerme
La caída de alias Max revela una verdad incómoda: la guerra contra el narcotráfico es cada vez más transnacional, más tecnificada y más lucrativa. Mientras el Estado colombiano celebra capturas, las organizaciones criminales ya están mutando, buscando nuevos caminos, nuevos Max y nuevos submarinos.
¿Puede una democracia sostenerse con actores armados lavando millones en sus narices?