En la actualidad, la decisión de formar una familia se ha transformado en un acto de planificación consciente, donde futuros padres buscan asegurar las mejores condiciones para sus hijos. Sin embargo, los avances científicos han llevado esta búsqueda a un nuevo nivel: la modificación del ADN de los neonatos. Esta práctica ha desatado una intensa polémica, vinculándola directamente con el controvertido concepto de eugenesia.
La planificación familiar y los estudios preconcepcionales
Durante los últimos años, tener un bebé se ha convertido en una decisión planeada por los padres, quienes buscan tener hijos de manera responsable y en las mejores condiciones. Elegir formar una familia es un tema serio, por lo cual, durante el proceso, se adoptan nuevos estilos de vida que aportan positivamente a la salud.
Algunos futuros padres se someten a tratamientos y estudios para asegurarse de que, al momento de tener un bebé, este llegue al mundo en las mejores condiciones de salud. Por ejemplo, en el caso de las mujeres se puede realizar un estudio de imagen, el cual consiste en examinar el útero y los ovarios para conocer si existe algún factor que afecte la fertilidad. En el caso de los hombres, se analiza el semen para conocer la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides.
Estos no son los únicos estudios que se pueden realizar. También existe el cariotipo, un examen en el que se analiza el número y la estructura de los cromosomas de una persona. El cariotipo ayuda a saber si existe alguna anomalía cromosómica y puede detectar si un bebé es propenso a ciertos padecimientos como el Síndrome de Down, Síndrome de Edwards, Síndrome de Patau, Monosomías o el Síndrome de Turner, entre otras alteraciones.
La ciencia avanza: ¿modificación del ADN con “características deseadas”?
A pesar de que estudios como los mencionados pueden ayudar a conocer en qué estado de salud puede llegar un bebé, la ciencia ha avanzado más allá, al punto de no solo prevenir, sino también de modificar el ADN de los neonatos para que nazcan con ciertas características, como el color de piel, de ojos y la estatura. Esta modificación se ha vuelto polémica para la comunidad científica y el sector salud, e incluso es catalogada como eugenista.
¿Qué es la eugenesia y por qué es polémica?
La eugenesia nació como una práctica que buscaba “mejorar” las características de una persona o población, donde se priorizan rasgos considerados “deseables” en lugar de los “no deseables”. El problema de la eugenesia radica en que, durante mucho tiempo, se hizo mal uso de ella, pues se aplicaba desde un enfoque racista, discriminatorio y clasista. En este enfoque, se elegían características de personas blancas por encima de comunidades marginadas o con discapacidad.
La eugenesia ha sido duramente criticada, ya que durante la Segunda Guerra Mundial se hizo práctica de ella en personas que eran catalogadas como “inferiores”. Bajo este mismo concepto, se les prohibía a las personas de “malos genes” tener hijos, pues no contaban con “buenas características”.
La eugenesia en el ojo público: el caso Sydney Sweeney
A pesar de haber sido un término poco utilizado en los últimos años, la palabra eugenesia ha recobrado fuerza recientemente debido a la polémica que involucra a la actriz Sydney Sweeney. Ella participa en la campaña publicitaria de una popular marca de jeans, la cual muchos han calificado como una referencia a la eugenesia. Esto se debe a que en la campaña aparece la frase “Good Jeans”, un juego de palabras con “Good Genes” (buenos genes), lo que ha llevado a algunos a considerar el mensaje como racista.
Los peligros de la alteración genética de embriones
De acuerdo con un artículo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que habla sobre los “bebés de diseño” (embriones modificados) y la eugenesia, si bien las intervenciones genéticas pueden ser de ayuda en casos específicos, como en la prevención, el diagnóstico y los cuidados terapéuticos de una persona, la modificación para cambiar ciertas características, como el color de piel o de ojos, puede representar un peligro.
Incluso el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló que la alteración de genes puede “promover un mundo dominado por la eugenesia”. Sumado a esto, aún no se conocen cuáles podrían ser las consecuencias futuras de modificar genéticamente a un bebé, pues existen pocos casos y la gran mayoría de ellos se llevan a cabo en silencio.
Un caso que se dio a conocer fue el de 2018 en China, donde el científico Jiankui He, de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur de China, compartió abiertamente que había realizado la modificación de unos bebés con la técnica CRISPR. Esta técnica es usada en animales; sin embargo, en aquel año aún se encontraba en sus primeras etapas de investigación y se desconocía qué efectos podría causar en los niños.
La modificación genética de embriones, a pesar de sus promesas, abre un complejo debate ético y científico. Mientras la humanidad avanza en su capacidad de intervenir en la vida, surge la interrogante fundamental: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar en la búsqueda de la perfección, y a qué costo para la diversidad y la propia esencia humana?