Lo que se perfilaba como el cierre perfecto para Clair Obscur: Expedition 33, un título aclamado de 2025, se convirtió en un escándalo mayúsculo. La celebración de los Indie Game Awards 2025 (IGA) quedó en entredicho tras la descalificación oficial del juego por la violación de las políticas sobre IA generativa en videojuegos. El conflicto redefine la ética en la industria.
La postura firme de los IGA contra la inteligencia artificial
Clair Obscur: Expedition 33 había logrado una hazaña el 18 de diciembre al ser coronado con dos de los premios más importantes de la ceremonia: Juego del Año (GOTY) y Mejor Juego Debut. Sin embargo, días después del evento, la organización de los Indie Game Awards (IGA) confirmó el retiro de ambos galardones, un movimiento drástico que cambió por completo el resultado de la edición 2025.
El centro de la controversia es la política estricta de los IGA contra el uso de inteligencia artificial generativa. Los organizadores detallaron la secuencia de eventos que condujo a la descalificación:
- Cuando Sandfall Interactive presentó el juego para competir, un representante del estudio aseguró que no se había utilizado IA generativa en ninguna etapa del desarrollo del título.
- El mismo día de la ceremonia, el estudio Sandfall Interactive admitió públicamente que sí se habían creado imágenes mediante IA durante la producción del juego.
A pesar de que el estudio eliminó posteriormente esos recursos a través de un parche, los IGA consideraron que la admisión violaba directamente sus reglas.
Retiro oficial de los premios y reasignación
El comité de nominaciones de la IGA fue contundente en su comunicado oficial, publicado en redes sociales y en su sección de preguntas frecuentes, señalando la violación de las normas establecidas. La organización confirmó el retiro de los premios a Expedition 33 el 20 de diciembre de 2025:
> “Si bien los recursos en cuestión fueron eliminados mediante un parche y Clair Obscur: Expedition 33 es un juego maravilloso, esto está en contra de las normas que hemos establecido”, señala el comunicado. “Como resultado, el comité de nominaciones de la IGA ha acordado retirar oficialmente los premios al Mejor Juego Debut y al Juego del Año”.
Los IGA también señalaron la retractación de uno de los premios “Indie Vanguard recipients”. Con la descalificación confirmada, los premios principales pasaron automáticamente a los subcampeones de cada categoría:
- Mejor Juego Debut: Otorgado a Sorry We’re Closed.
- Juego del Año 2025 (GOTY): Quedó en manos de Blue Prince.
El ascenso de Blue Prince y la nueva controversia sobre la IA
Este nuevo resultado no estuvo exento de polémica, generando ruido inmediato en las redes sociales. Parte de la comunidad cuestionó la legitimidad del nuevo ganador tras la publicación de un artículo de opinión en The Escapist que acusaba directamente a Blue Prince de haber utilizado inteligencia artificial en su proceso de desarrollo.
Ante estas serias acusaciones, Raw Fury, la editora del título, emitió una respuesta clara y concisa para defender el trabajo del equipo de Tonda Ros:
> La compañía afirmó que “no hay IA en Blue Prince. El juego fue creado y desarrollado completamente por instintos humanos por Tonda Ros y su equipo”.
El debate sobre la IA más allá de la descalificación
A pesar del golpe recibido en los Indie Game Awards, el panorama para Clair Obscur: Expedition 33 sigue siendo positivo. El título continuaba recibiendo reconocimiento en The Game Awards y, de hecho, experimentó un fuerte impulso en ventas tras su aparición en dicho evento.
Este caso vuelve a centrar la atención en un debate complejo y aún sin resolver en la industria del gaming. La dificultad de trazar la línea entre la IA como herramienta auxiliar y la transgresión de límites éticos claros demuestra que cada evento y organización está optando por tomar una postura distinta y definida. En este escenario, los IGA han marcado un precedente de rigor absoluto al no dejar pasar ni una infracción.
El rigor de los Indie Game Awards 2025 sienta un precedente fundamental, demostrando que la transparencia sobre el uso de la tecnología puede costar los mayores honores en la industria. ¿Podrán los eventos del futuro mantener esta postura firme o la presión del desarrollo acelerado obligará a redefinir los límites éticos de la IA generativa en videojuegos?




