El universo, con su inmensidad “demencial”, como la describe Love of Lesbian en su tema escrito por Santi Balmes para el disco Cuentos chinos para niños del Japón, plantea desafíos exponenciales a la ciencia. La detección de asteroides Tierra ha alcanzado un hito que refleja tanto nuestra vulnerabilidad cósmica como la impresionante velocidad del avance tecnológico.
La aceleración de la detección de objetos cercanos a la Tierra
Recientemente, astrónomos del Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA (NEOOC, por sus siglas en inglés) revelaron que se ha superado la cifra de 40,000 asteroides ubicados cerca de nuestro planeta. Este número no solo evidencia la vulnerabilidad de la Tierra, sino también la rapidez con la que avanzan los métodos tecnológicos para detectar estos cuerpos rocosos y sin aire.
Para dimensionar la velocidad de este proceso, es fundamental contrastar los datos históricos:
- El primer asteroide cercano a la Tierra, conocido como NEA, se detectó en 1898 y fue llamado Eros.
- Este hallazgo supuso un ritmo de identificación lento, ya que Eros fue el único visto por décadas debido a la falta de elementos adecuados de localización.
- Todo cambió con la llegada de los telescopios de rastreo en los años 90, permitiendo un salto tecnológico que continúa en la actualidad.
De hecho, la aceleración de los hallazgos es tal que, de los 40,000 asteroides registrados, 10,000 han sido detectados tan solo en los últimos tres años.
El crecimiento exponencial de la amenaza potencial
Luca Conversi, gerente del Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA, destacó el crecimiento exponencial en el registro de estos objetos:
> “Irán aumentando exponencialmente. Pasamos de 1,000 a principios de siglo, a 15,000 en 2016, a 30,000 en 2022. Ahora superamos los 40,000. De hecho, 10,000 de estos objetos han sido detectados solo en los últimos tres años”.
Aunque la inmensa mayoría de los asteroides cercanos a la Tierra ubicados actualmente no representan un peligro inminente, cada nuevo descubrimiento representa un reto significativo para las autoridades competentes, especialmente en la predicción de la trayectoria y la cercanía con la que podrían pasar de la Tierra.
Probabilidad real de impacto y riesgo calculado
Las investigaciones recientes han arrojado luz sobre la probabilidad de colisión:
- Se informa que casi 2,000 asteroides presentan una probabilidad distinta de cero de chocar con la Tierra en el próximo siglo.
- Sin embargo, la mayoría de estos objetos rocosos son demasiado pequeños para representar un peligro significativo, y sus probabilidades de impacto suelen ser muy inferiores al 1 por ciento.
En el caso de los asteroides de tamaño más evidente, por ejemplo, los de cerca de un kilómetro, estos son “relativamente fáciles de detectar y ya se conocen la mayoría”. La buena noticia es que, aunque un impacto de este tipo podría tener efectos globales, es poco probable que un objeto así pase desapercibido por los sistemas de rastreo actuales.
Consecuencias de un impacto: el análisis de la UNAM
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica que, en caso de que un asteroide impactara la Tierra, los efectos serían variables, dependiendo de factores como:
- El tamaño del objeto rocoso.
- Su composición.
- El lugar de impacto.
La experiencia histórica demuestra que no todos los impactos resultan catastróficos. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) recordó que la mayoría de los asteroides son de un tamaño menor, como el meteorito de Chelyabinsk en 2013, el cual solo causó daños locales debido a la onda de choque.
No obstante, los efectos inmediatos y a largo plazo de un impacto mayor incluyen una cadena de devastación global que debe ser considerada en la estrategia de defensa planetaria.
Efectos del impacto en el corto y largo plazo
Los daños que traería un impacto a nuestro planeta, según la UNAM, se clasifican en:
Efectos inmediatos:
- Daños locales.
- Invierno global.
- Devastación regional o mundial.
- Explosión atmosférica.
- Onda expansiva.
- Onda de calor.
Efectos a mediano y largo plazo:
- Catástrofe regional: Incluye la generación de terremotos, tsunamis (si cae en el océano) y la destrucción de infraestructuras.
- Daño a la capa de ozono: Permitiría la entrada de una mayor cantidad de materiales a la atmósfera, causando una destrucción significativa de la vida en la superficie.
- Impacto en la cadena alimentaria: El invierno global y la falta de luz solar afectarían la fotosíntesis y, por ende, la producción de alimentos tanto en tierra como en el mar.
El creciente número de detección de asteroides Tierra enfatiza la necesidad de acelerar el desarrollo de software y sistemas de predicción que ayuden a saber si estos objetos impactarán o no, confirmando que la seguridad planetaria ha pasado de ser un tema de ciencia ficción a una prioridad de infraestructura crítica y cooperación internacional. La cifra de 40,000 asteroides nos recuerda que, a pesar de nuestros avances, la inmensidad del universo aún nos mantiene en constante vulnerabilidad.




